sábado, 20 de marzo de 2010

Cuidado basico de los perros



Cuidados habituales.
Comentario general.
Es conveniente que exista regularidad en todo lo que tiene que ver con el perro: comidas, ejercicios, horas de sueño, costumbres diarias, etc. El perro tiene tolerancia a las alteraciones de la rutina, pero si son excesivas, o nunca hay una rutina, el perro vivirá en un estado de tensión permanente, que acusa en su salud.
Higiene.
Salud e higiene vienen de la mano y podemos asegurar que una correcta higiene garantizará una buena salud, consecuentemente también una vida mas larga y de mejor calidad.
En el perro la limpieza es primordial y comprende tres apartados diferenciados; el cepillado del manto, el baño y la limpieza de las diferentes partes del cuerpo (orejas, ojos, dientes, uñas). La periodicidad de estos cuidados varía en relacion a la raza y el tipo de manto.
Las razas de pelo largo deben cepillarse todos los días, mientras las de manto corto, puede ser una vez por semana. El cepillado tiene la función de eliminar los pelos muertos, ademas del polvo y otras suciedades. en los períodos de muda (otoño y primavera), la acumulacion de pelo muerto puede ocasionar alergias, eczemas y otras dermatitis. Si el perro es pequeño debe acostumbrarse a cepillarlo sobre una mesa, si es grande, directamente en el suelo. el cepillado debe ser enérgico, desde la cabeza a la cola, siempre en el mismo sentido, y luego continúe por los costados, finalizando por las patas. Las razas de pelo largo (como los afghanos, collies, etc) generalmente es preciso desenredar.
El Baño: Jabones. Existen productos para la limpieza del perro en seco, polvos y espumas. Esto se usa cuando el animal esta enfermo o esta en pleno periodo de inmunizacion. La frecuencia con estos productos dependerá de que viva dentro de la casa o en su casilla del jardín. (las frecuencias deben repetirse si el animal habita dentro de nuestra casa). Con respecto a los champues, hay una amplia gama de productos, unos son cosméticos (embellecedores), otros antiseborreicos para pieles grasas, otros incluyen savia desenredante, y otros son medicamentados. Solicite asesoramiento con su veterinario de confianza. Lo que debemos evitar es el uso de champues y jabones destinados para uso humano.
Limpieza de orejas, ojos y dientes: Será necesario eliminar el pelo que obstruya el conducto auditivo, usandose pinzas de depilar. Debemos retirar el cerumen con ayuda de cotonetes. Nunca usar agua y jabón. Si el perro sacude con frecuencia la cabeza y el oido tenga mal olor, consulte inmediatamente al veterinario.
Una vez a la semana o cada 15 días, aconsejamos limpiar los ojos con suero fisiológico.
Retire las secreciones que se depositan en el reborde interno del ojo con ayuda de un algodón empapado en suero.
La acumulación de sarro, que recubre los molares y caninos, son el principal responsable del mal aliento del animal. Podemos limpiar semanalmente sus dientes cepillando abundantemente con agua y agua oxigenada. el alimento balanceado seco, ayuda a mantener limpia la boca del perro-
Control veterinario y vacunaciones.
Si hemos adquirido nuestro cachorro de un criador reconocido oficialmente, o de una tienda de animales de cierto prestigio, lo más probable es que ya haya recibido su primer lote de vacunas y esté sano (de lo contrario, se juegan su prestigio). En el caso de que sea un cachorro (o no tan cachorro) encontrado, regalado por un amigo, o comprado a un particular, lo primero que hemos de hacer es llevarle al veterinario.

En los primeros meses de vida hay que darle una serie de vacunas (el veterinario ya te dirá cuales y fijará el calendario adecuado), y en cuanto cumpla el primer año hay que vacunarle contra la rabia, y a partir de ahí, una revacunación anual. No olvides hacerlo puesto que, además de ser obligatorio por ley, la rabia es una enfermedad mortal y contagiable a las personas.

Además de la vacunación, no está de más aprovechar la visita anual para hacer al perro un “chequeo” general. Recuerda que igual que con las personas, “más vale prevenir que curar”.
Parásitos internos.
Son las vulgares “lombrices”, aunque esta palabra la usamos para agrupar distintos tipos de parásitos, y las enfermedades que causan son diferentes.

Antes de cada vacunación, es necesario desparasitar al perro. La palabra técnica es desverminación. El veterinario nos dirá con cuanta antelación ha de hacerse y qué medicamento hemos de usar.

Independientemente de la desparasitación previa a las vacunas, si al recoger las deposiciones de nuestro perro vemos señales de lombrices, hay que llevarle al veterinario. Trata de recordar el aspecto que tienen por si te pide una descripción (lo ideal sería llevar una muestra, pero mucha gente no tiene estómago para ello). En cualquier caso y hasta que el perro vuelva a estar sano, hay que extremar las medidas de higiene, a saber:
Recoger siempre las deposiciones de nuestro perro, para evitar el contagio a otros (esto es algo que debería de hacerse siempre, pero ahora con más motivo).

Lavarse bien las manos después de un contacto prolongado con el animal.

No dejar que el perro nos dé “besos”. La saliva puede transportar huevos de lombrices.

Mantener al perro apartado de otros perros.

Además de estos consejos generales, los que añada el veterinario. No debe retrasarse la visita más tiempo del inevitable (si descubres las lombrices el domingo, no es necesario ir al veterinario de urgencias, pero el lunes, sin falta, visítale).
Parásitos externos.
Como regla general, y a nivel preventivo, podemos resumir los cuidados en lo siguiente: uso de collares antiparásitos, mantener limpio el entorno del perro, cepillarle el pelo con frecuencia y usar después algún spray insecticida, y observación (vigilar si se rasca demasiado, caidas del pelo o lesiones de la piel, explorar periódicamente la presencia de garrapatas).

Pulgas: Aunque tengamos al perro en las mejores condiciones higienicas, no es raro que aparezcan de vez en cuando, ya que aunque pasan poco tiempo en el perro,
permanecen en el entorno durante mucho tiempo, y pueden volver a aparecer con mucha facilidad. Las pulgas del perro rara vez muerden a las personas, y solo si no hay un perro disponible.



Garrapatas: Son bastante peligrosas, ya que pueden transmitir al perro una gravisima enfermedad, la piroplasmosis (una variante de la anemia, de origen vírico). Se estacionan sobre el cesped y los matojos, y en cuanto detectan la presencia de un perro saltan sobre él. Su tamaño es pequeñísimo, pero debido a la sangre que chupan pueden crecer hasta el tamaño de un guisante. En cuanto se las detecta hay que eliminarlas.



Piojos: Chupan la sangre del perro y anidan sobre su pelo, donde pegan sus huevos (las liendres). Se reproducen a gran velocidad, por lo que pueden causar lesiones cutáneas de cierta gravedad. Además, el picor vuelve al perro inquieto y nervioso. En perros jóvenes o débiles pueden causar una anemia grave y agotamiento del organismo, a veces con consecuencias fatales.
Dieta.
La dieta ha de ser adecuada a la edad, sexo, raza y tipo de vida del animal. La mayoría de las marcas de comida para perros tienen una gama variada de alimentos (para cachorros, para perros viejos, para hembras gestantes, etc), y además suelen proporcionar información acerca de la cantidad de comida que ha de contener la ración diaria en función del peso y raza del perro.

Un perro sano y bien enseñado (o sea, sin malas costumbres en cuanto a la comida) debería de comerse todo lo que le ponemos en el plato (si la ración es la correcta). El veterinario o, mejor aún si el perro es de raza, el criador, te pueden orientar acerca de raciones y tipo de comida.

Hay que tener en cuenta algunos detalles para que la hora de la comida no cause problemas de salud, a saber:
Si hace demasiado calor y el perro no quiere comer, no le obligues. Sus buenas razones tendrá. En general, en verano comen menos que en invierno, debido al calor. Pero como hay muchos otros factores que pueden influir en su apetito, esto no es una regla muy firme.

Nunca le des de comer después de haber realizado un ejercicio intenso, aunque sea ya su hora de la comida. Primero debe reposar un rato para evitar cortes de digestión, o lo que es más grave, una torsión gástrica.

No le cambies la dieta bruscamente. El perro debe adaptarse poco a poco a un nuevo tipo de comida.
Ejercicio.
Para que el perro esté sano y en forma, debe de realizar un ejercicio regular. Pasa igual que con las personas.

Elige bien el momento del día. Las horas de más calor, el perro tiende a pasarlas durmiendo. No pretendas que en esos momentos trabaje al máximo.

Un perro que hace poco ejercicio, no trabajará al máximo de la noche a la mañana. De modo que no provoques cambios bruscos en intensidad, por ejemplo al comenzar las vacaciones. Los perros también sufren de agujetas, esguinces, estirones... todas esas “lesiones” que puede tener una persona sedentaria al ponerse a hacer un ejercicio fuerte bruscamente. Si se entusiasma demasiado, eres tú quien tiene que ponerle el freno, ya que el perro seguirá hasta que no pueda más.

En resumen, que el perro se mueva todo lo posible sin forzarse hasta el límite. No se pueden dar más consejos: simplemente usa el sentido común.
Enfermedades de los perros

Como norma general, es conveniente procurar que exista regularidad en todo lo que tiene que ver con el perro: comidas, ejercicios, horas de sueño, costumbres diarias, etc. El animal tiene tolerancia a las alteraciones de la rutina, pero si son excesivas, o nunca hay una rutina, vivirá en un estado de tensión permanente, que acusa en su salud.
El control veterinario.- Si se ha adquirido el cachorro de un criador reconocido oficialmente, o de una tienda de animales de cierto prestigio, lo más probable es que ya haya recibido su primer lote de vacunas y esté sano. En el caso de que se haya recogido de la calle, regalado por un amigo, o comprado a un particular, lo primero que se ha de hacer es llevarlo al veterinario.

En los primeros meses de vida hay que administrarle una serie de vacunas cuya naturaleza y periodicidad determinará el veterinario; y en cuanto cumpla el primer año hay que inmunizarle contra la rabia; y a partir de ahí, una revacunación anual. En ningún caso hay que olvidarse de hacerlo puesto que, además de ser obligatorio por ley, la rabia es una enfermedad mortal y susceptible de contagiarse a las personas.
Además de la vacunación, no está de más aprovechar la visita anual para hacer al perro una revisión general con el fin de prevenir cualquier incidente.
Parásitos internos.- Comúnmente se conocen como lombrices. Desparasitar al perro es una operación necesaria antes de la vacunación y para la cual el veterinario facilitará la información adecuada en cuanto a cuándo ha de hacerse y con qué medicamento.
En cualquier caso, si el dueño ve señales de lombrices (sobre todo en las heces), hay que extremar las medidas de higiene como: recoger siempre las deposiciones del perro para evitar contagios a otros animales, lavarse las manos después de un contacto prolongado con el animal, evitar su saliva, que puede transportar gérmenes; y mantener al perro alejado de otros animales.
Parásitos externos.- Como regla general, y a nivel preventivo, se pueden resumir los cuidados en lo siguiente: uso de collares antiparásitos, mantener limpio el entorno del perro, cepillarle el pelo con frecuencia y usar después algún spray insecticida. También es muy importante la observación del animal; vigilando si se rasca demasiado; si se le cae el pelo; si tiene lesiones en la piel o si tiene garrapatas.
Los parásitos más habituales son las pulgas, las garrapatas, que son muy peligrosas porque pueden transmitir al perro la piroplasmosis y llegan a tener el tamaño de un guisante; y los piojos, que chupan la sangre del animal y anidan sobre su pelo pudiendo causar lesiones cutáneas de gravedad y en los cachorros una anemia grave y agotamiento del organismo, a veces con consecuencias fatales.
Continuamos hablando de los cuidados básicos del perro.
La dieta adecuada.- Este aspecto dependerá de la edad, sexo, raza y tipo de vida del animal. La mayoría de las marcas de comida para perros tienen una gama variada de alimentos (para cachorros, para perros viejos, para hembras gestantes, etc) y, además, suelen proporcionar información acerca de la cantidad de comida que ha de contener la ración diaria en función del peso y raza del perro.
Hay que tener en cuenta que en determinadas situaciones, como en verano, el perro come menos cantidad de alimento debido al calor; y no hay que obligarle a que termine su ración. También hay que evitar darle comida después de que haga ejercicio, ya que pueden presentarse problemas en la digestión y cambiarle bruscamente la dieta, puesto que el animal debe adaptarse poco a poco a un nuevo tipo de comida.
Ejercicio regular.- Para que la mascota esté sana y en forma, debe hacer ejercicio periódicamente. Sin embargo, hay que evitar las horas del día en que hace más calor; ya que el perro tiende a pasarlas durmiendo. Además, como las personas, los perros sufren lesiones, tirones, esguinces, por lo que habrá que controlar su actividad física y procurar que no se exceda en el ejercicio ni realice actividades peligrosas.
Actuar ante las enfermedades.- Dado el elevado número de enfermedades que puede padecer el perro, resulta muy difícil realizar una lista, por lo que, ante cualquier síntoma irregular, conviene llevarlo al veterinario que actuará en consecuencia con las medidas oportunas.
Algunas de las señales que deben despertar la alerta del dueño son: caídas de pelo o lesiones en la piel, alteraciones en el ritmo respiratorio, tos persistente, cambios en el comportamiento o en el carácter, pulso acelerado, vómitos y diarreas continuadas, extrema delgadez, temblores, suciedad en la lengua, inapetencia continuada, parálisis o cualquier muestra de dolor.
Accidentes más comunes.- Ante cualquier percance hay que fijarse en el estado de conciencia del animal. Si éste se encuentra consciente, es importante tener cuidado con las posibles reacciones producidas por el shock como mordeduras originadas por la ansiedad o movimientos que puedan agravar el estado del perro.
En caso de atropello, o en caídas desde cierta altura, hay que tener en cuenta que el carácter de las lesiones puede ser interno y externo, por lo que se tendrá que inmovilizar al animal y llamar al veterinario. Ante luxaciones o fracturas en las patas se tiene que evitar que el perro camine. Si no se sabe inmovilizar una fractura o luxación, es mejor hacer que se quede tumbado hasta que se consiga la ayuda necesaria.
Las heridas conviene tratarlas según su alcance. Si son superficiales pueden ser curadas por el mismo dueño con agua oxigenada, mercromina y gasas; pero si se precisa de puntos de sutura, hay que trasladar al perro a urgencias procurando que no se rasque o se muerda en la zona afectada. En caso de que las heridas se hayan producido en el transcurso de una pelea con otro animal, es necesario consultar con el veterinario ante el peligro de que haya contraído alguna enfermedad.
Cuando el animal presenta postración general, pulso acelerado pero débil, mirada con expresión de angustia, movimientos torpes y mal coordinados y temperatura elevada, es posible que haya sufrido una insolación. En estos casos, y aunque una sencilla prevención es la mejor medida, ha de refrescarse al perro con agua y acudir inmediatamente al veterinario.
Ante los golpes en la cara, lo principal es evitar que el perro se toque en la zona fracturada y acudir al especialista. Si se ha roto algún diente, habrá que hacerle un empaste para que no se deteriore. Además, si la rotura llega al nervio, necesita una endodoncia o, de lo contrario, cada vez que muerda algo le dolerá.
Enfermedades. Dado que estas páginas no pretenden ser un manual médico, que existen muchos textos sobre el tema de las enfermedades del perro y las describen más o menos detalladamente, y sobre todo, que en la inmensa mayoría de los casos lo único que el dueño puede y debe hacer es acudir al veterinario, no se explicará aquí en que consiste cada enfermedad.Lo que si se hará será dar una lista de sintomas de alarma, que si observamos en nuestro perro, motivan el dirigirse al veterinario lo antes posible. A veces puede no haber tal enfermedad, y el "sintoma", deberse a algún otro motivo menos alarmante, pero es mejor pecar por exceso de precaución. Ante la aparición de cualquiera de los síntomas de la siguiente lista, lo mejor es acudir al veterinario de inmediato.Ya que algunas enfermedades son más características de ciertas razas de perros, es interesante considerar la idea de comprarse un buen libro dedicado a la raza del perro que poseas. La mayoría suelen hablar de dichas enfermedades y dar información práctica.

Sintomas de enfermedad:

Cualquier caida de pelo o lesión de la piel (abcesos, escamaciones, etc) puede tener relación con una enfermedad cutánea. Si la piel se ve bien pero se cae el pelo, puede existir relación con alguna carencia vitamínica o similar.
Respiración fatigosa, jadeos o cualquier alteración del ritmo respiratorio normal, en especial si el animal está obeso o es muy viejo, y no hay un motivo evidente (calor, ejercicio intenso), puede ser señal de un problema respiratorio (p.e. asma) o sintoma de algo más.
Tos persistente.
Si aparentemente sano, cambia su comportamiento, actua con nerviosismo o temor infundado, rechaza la compañía y se esconde. Mucho cuidado si de repente le dá por aullar.
Gime sin motivo y continuamente, o cuando se coloca en ciertas posturas. O no puede mantenerse mucho tiempo en la misma posición (estando acostado).
Diarreas persistentes o sanguinolentas.
Pulso acelerado que no se corresponde con la actividad que realiza.
Vómitos continuados.
Muestras de dolor al orinar, u orina sanguinolenta.
Extrema delgadez, aunque coma aparentemente bien.
Temblores.
Lengua sucia, mal aliento, boca reseca, muestras de dolor al tocarle el abdomen.
Coloración amarillenta de las mucosas.
Inapetencia continuada.
Señales de falta de audición (pueden ser señal de úlceras u otitis).
Parálisis o dificultades en el movimiento.

Accidentes.

Consejos generales.
Ante todo, mucha calma. Lo primero es fijarse en si el perro está inconsciente. En el caso de que no lo esté, hay que tener mucho cuidado, pues en el estado de shock producido por el accidente, el perro puede morder sin importarle que se trate de su propio amo. Lo primero es tranquilizar al perro, por el tema de las mordeduras, y también para evitar que agrave su estado con movimientos.Nunca está de más tener un botiquín en casa para los problemas leves. En principio no es necesario nada especial, "específico para perro". Lo que tendríamos en un botiquín para nosotros sirve.Una vez evaluada la situación hay que ponerse en contacto con el veterinario lo antes posible. Conviene tener a mano un número de teléfono de urgencias veterinarias.
Atropello.
Además de lesiones externas (heridas, fracturas) puede tener lesiones internas. Inmovilizar al perro lo mejor posible y llamar a urgencias. Aunque el perro esté consciente y se levante por su propio pié, aparentemente "bien", hay que llevarle al veterinario para que le exploren. No olvides que el perro no puede decir "me duele aquí". Aunque parezca estar bien hay que hacerle un reconocimiento.Ante la posibilidad de lesiones de columna, hay que evitar mover al perro salvo que sea absolutamente imprescindible.
Caidas desde cierta altura.
Sirven los mismos consejos que en el caso de un atropello. Apenas hay diferencia en el tipo de lesiones que se puede producir.
Luxaciones o fracturas en las patas.
Hay que evitar que el perro camine. Si no sabemos inmovilizar una fractura o luxación, es mejor hacer que el perro se quede tumbado hasta que tengamos ayuda. De todas formas, lo más probable es que tengamos que llevarle nosotros al veterinario, así que lo mejor es que nos movamos rápido. Si la fractura es abierta (con herida) habrá que ponerle un vendaje antes, así que conviene tener lo necesario en el botiquín.

Heridas.

Si son superficiales (arañazos), puedes curarlas tú a base de agua oxigenada y mercromina, o incluso, si no sangran, dejar que el perro se lama (la saliva de los perros contiene una sustancia cicatrizante, además de que se limpiará la herida mejor de lo que nosotros lo haríamos). Si necesita puntos de sutura, a urgencias. En este caso hay que evitar que el perro se muerda o rasque mientras cicatriza, por lo que habrá que ponerle una de esas gorgueras especiales para evitarlo.Si es una herida leve que le limpias tú, no uses algodón. Es mejor una gasa (el algodón dejará pelillos en la herida).

Heridas en peleas: Mordeduras.

Además de las consideraciones generales para las heridas, no está de más una visita al veterinario para tomar precauciones contra la rabia, sobre todo si no conocemos al otro perro y no sabemos si está vacunado o no (si el otro perro no es callejero, da igual lo que diga su amo: por quien tú te tienes que preocupar es por el tuyo y más vale pecar de exceso de precaución).
Insolación. Golpe de calor.
Aunque son dos cosas diferentes, en la práctica son difíciles de distinguir. En los perros suelen tener efectos mas graves aún que en las personas, pudiendo ser letal si no se actúa a tiempo. Síntomas: postración general, pulso acelerado pero débil, mirada con expresión de angustia, movimientos torpes y mal coordinados, temperatura elevada (42 o 43 grados, o incluso más).Qué hacer: acudir al veterinario a la primera sospecha de que el perro sufre insolación. Si no es posible hacerlo de inmediato, llevar al perro a un lugar fresco y sombreado. Refrescar al animal cubriendole con algun paño mojado y bien frio la región craneal, y abundante agua fría en el resto del cuerpo. Lo mejor es prevenir y evitar las situaciones de riesgo, cosa que el dueño puede conseguir fácilmente con un poco de buena voluntad. No exponer al perro al sol exageradamente, o a altas temperaturas. Por ejemplo, nunca ha de dejarse al perro encerrado en un coche aparcado al sol, ni siquiera con las ventanillas ligeramente bajadas. Recuerda que el perro no puede sudar, por lo que esta forma de eliminar el exceso de calor no está a su alcance.

Intoxicaciones.

Si la intoxicación es leve, el perro tratará de vomitar lo que sea que la haya causado. Si es grave, no tendrá fuerzas ni para eso. Tratar de conseguir una muestra de lo que haya ingerido para ayudar al veterinario a identificar la causa y decidir qué hacer.En casa, lo mejor es la prevención. No dejar ningún producto tóxico ni medicinas al alcance del perro (en esto hay que actuar igual que para los niños pequeños). Si en la calle le llevas atado, tampoco habrá problemas porque podrás evitar de inmediato que ingiera cualquier cosa.

Golpes en cabeza o cara.

Bueno... si es en la cabeza, yo no me preocuparía mucho a menos que haya recibido un cañonazo. Los perros tienen un craneo increiblemente fuerte (el mío, el pastor alemán que veis en la mayoría de las fotos, recibió la coz de un caballo cuando tenía apenas un año, y se levantó del suelo en una fracción de segundo, lanzandose a por el caballo en cuestión y persiguiendole durante casi un kilómetro. Aparte de la herida -3 puntos de sutura- el craneo estaba intacto). Anécdotas aparte, un golpe en la cabeza es un golpe en la cabeza, por lo que conviene llevarle al veterinario para comprobar que no hay conmoción.Cuestión aparte son los golpes en la cara. Si el perro se fractura el hocico o la mandíbula, la situación es grave, pero no se puede hacer mucho más que evitar que se toque con las patas, inmovilizarle con mucho cuidado, y hacer una visita a urgencias.

Dientes rotos.

La situación no es urgente, pero habrá que hacerle un empaste para evitar que el diente se deteriore. Además, si la rotura llega al nervio, necesita una endodoncia. De lo contrario, cada vez que muerda, le dolerá. Puede negarse a comer, con las consecuencias que puedes imaginar, o, como mínimo, si el perro es un perro de defensa, no morderá, lo que sería echarlo a perder.

La vacunacion

Como sabemos nuestras mascotas también precisan ser vacunadas y nada mejor que tener una agenda especial con el cronograma.-
Generalmente cuando llevas a tu mascota por primera vez a la veterinaria para ser vacunadas, en la misma te arman una especie de libreta en donde figuran las vacunas que ya fueron dadas y la fecha aproximada de cuando toca la próxima.- Para que tengas en cuenta acá te hago un resumen de lo que vendrá.-

El cronograma de vacunación en los cachorros comienza con las vacunas contra el moquillo y el parvovirus.-

-¿Qué es el Parvovirus Canino?
Es una enfermedad canina (PVC).- Es un virus que causa infección principalmente en la parte gastrointestinal del animal.- Hay que tener cuidado porque es sumamente contagiosa y peligrosa.-

Se previene con una adecuada vacunación.- Hay que darle 3 dosis con un intervalo entre cada una de 1 mes.- Además para cuidar a los cachorros es importante mantenerlos con una correcta higiene.- Tratar de evitar que estén sobre la materia fecal por sobre todas las cosas.-

El moquillo es un virus que afecta al sistema respiratorio, intestinal y nervioso del animal.- Es de fácil contagio si el cachorro no está vacunado (con un simple estornudo de otro perro basta para el contagio).- Las dosis en este caso son 2 veces con intervalos de un mes entre cada una.- Estas dosis también lo protegerán contra la hepatitis, la tos de las perreras y la leptospirosis.-

Aproximadamente a los 6 meses de edad se le da una dosis para la rabia.- La rabia es un virus que afecta al sistema nervioso central.- Se contagia a través de la saliva.- Esta enfermedad puede causar hasta la muerte del animal.-

Anualmente se repiten la vacuna quíntuple (parva virus, moquillo, hepatitis, parainfluenza leptospirosis) y rabia.-

Cada vez que se lleva al cachorro a vacunar es recomendable desparasitarlo ya que, además de eliminar los parásitos estimula las defensas y ayuda a que la vacuna produzca un mejor y mayor efecto inmunizante.-

Una vez que se termina el plan de vacunación el animal debe ser desparasitado en forma periódica según indicaciones del veterinario.-

Cuando tengas tu mascota NO dejes bajo ningún concepto de visitar a tu veterinario para coordinar el plan de vacunación!!! No te olvides que la salud y el estado físico de tu mascota dependen pura y exclusivamente de vos.- No te dejes estar! Hacelo por ellos!


Los factores a tener en cuenta que pueden modificar el calendario recomendado son los siguientes:
Edad y raza del perro: Si el cachorro se ha destetado tempranamente, deberá vacunarse a las 6 semanas contra la Parvovirosis, pero si tiene más de 2 meses, se le puede inmunizar contra un mayor número de enfermedades en la misma vacunación. Las enfermedades de mayor riesgo para los cachorros jóvenes son el Moquillo y la Parvovirosis, y son las primeras que deben administrarse. En cuanto a la raza, el Pastor Alemán, Rottweiler, Boxer y Pit Bull entre otras presentan un elevado riesgo a padecer Parvovirosis, Moquillo y Coronavirus, por lo que deben realizar la vacunación a esos perros especialmente contra estas enfermedades víricas.
El periodo critico del cachorro

El periodo crítico del cachorro es una etapa crucial para que el perro alcance de adulto el equilibrio emocional y psíquico que es de esperar. El 'imprinting' es la primera huella imborrable que quedará en el animal y que condicionará el resto de su vida, afectando la socialización con otros perros, con los seres humanos y con la integración jerárquica en su 'manada'.

Es fundamental que el amo esté muy bien documentado al respecto para no tener una desagradable sorpresa, y frustración en el ejemplar, de los complicados problemas que causa un 'imprinting' deficiente. Por ejemplo, la inseguridad que se transforma en ataque súbito por miedo, las riñas con otros perros, el temor a los seres humanos o la incapacidad de realizar una tarea como morder la manga en el adiestramiento.
Por todo ello, es muy conveniente solicitar al veterinario toda la información relativa al 'imprinting', así como preguntar todas las dudas que puedan surgir. De esta forma, se podrá abordar este periodo con plenas garantías de éxito, algo que, sin duda, se agradecerá en la futura convivencia con el animal.
Principales cuidados.- Para que el cachorro se convierta en un adulto sano y con un carácter estable, necesita cuidados a todos los niveles, es decir, físicos, emocionales y psíquicos.
En el primer apartado está un buen plan de alimentación; las desparasitaciones internas (las vulgarmente conocidas como lombrices) y las externas (las pulgas y garrapatas, principalmente); el cuidado del pelo con limpieza diaria con un paño húmedo y el cepillado, evitando quitar la protección grasa que el cachorro tiene en la piel con baños hasta los seis meses como mínimo. Dicho de otra forma, si se desea un pelo sano, brillante y fuerte, lo mejor es no bañarlo hasta los seis meses, y si se puede prolongar hasta el año, mejor. Además, se debe seguir el plan de vacunación que aconseje el veterinario.
La importancia del ámbito emocional.- En el ámbito emocional, el cachorro necesita integrarse en la 'manada' donde vive gradualmente, sin traumas. Los juegos resultan indispensables para potenciar sus habilidades innatas (por ejemplo, tirarle una pelota o jugar al escondite, lo cual le obligará a olfatear dónde se encuentra su amo, cosa que cuando se ponga sobre una pista de rastreo el ejemplar desarrollará con precisión y alegría).
A nivel psicológico, es fundamental que tenga lugar un 'imprinting' adecuado. Hay que estar informado de cómo educarlo y enseñarle las normas básicas de convivencia. Nunca se debe asustar ni castigar a la pequeña mascota, que aceptará de buen grado un sonoro 'no' cuando haga algo inadecuado. De igual forma, sabrá valorar positivamente un trato justo, pero no aceptará la tiranía ni las reprimendas que no sea capaz de entender. Por ejemplo, es frecuente dar al cachorro zapatos viejos para que juegue, pero cuando toman uno nuevo para seguir disfrutando con él es reprimido duramente. Un perro pequeño nunca logrará entender por qué si con un zapato es felicitado, a qué se debe el disgusto del amo si él toma otro. Es importante, por tanto, que el cachorro tenga sus juguetes propios.

El periodo critico del cachorro

El periodo crítico del cachorro es una etapa crucial para que el perro alcance de adulto el equilibrio emocional y psíquico que es de esperar. El 'imprinting' es la primera huella imborrable que quedará en el animal y que condicionará el resto de su vida, afectando la socialización con otros perros, con los seres humanos y con la integración jerárquica en su 'manada'.

Es fundamental que el amo esté muy bien documentado al respecto para no tener una desagradable sorpresa, y frustración en el ejemplar, de los complicados problemas que causa un 'imprinting' deficiente. Por ejemplo, la inseguridad que se transforma en ataque súbito por miedo, las riñas con otros perros, el temor a los seres humanos o la incapacidad de realizar una tarea como morder la manga en el adiestramiento.
Por todo ello, es muy conveniente solicitar al veterinario toda la información relativa al 'imprinting', así como preguntar todas las dudas que puedan surgir. De esta forma, se podrá abordar este periodo con plenas garantías de éxito, algo que, sin duda, se agradecerá en la futura convivencia con el animal.
Principales cuidados.- Para que el cachorro se convierta en un adulto sano y con un carácter estable, necesita cuidados a todos los niveles, es decir, físicos, emocionales y psíquicos.
En el primer apartado está un buen plan de alimentación; las desparasitaciones internas (las vulgarmente conocidas como lombrices) y las externas (las pulgas y garrapatas, principalmente); el cuidado del pelo con limpieza diaria con un paño húmedo y el cepillado, evitando quitar la protección grasa que el cachorro tiene en la piel con baños hasta los seis meses como mínimo. Dicho de otra forma, si se desea un pelo sano, brillante y fuerte, lo mejor es no bañarlo hasta los seis meses, y si se puede prolongar hasta el año, mejor. Además, se debe seguir el plan de vacunación que aconseje el veterinario.
La importancia del ámbito emocional.- En el ámbito emocional, el cachorro necesita integrarse en la 'manada' donde vive gradualmente, sin traumas. Los juegos resultan indispensables para potenciar sus habilidades innatas (por ejemplo, tirarle una pelota o jugar al escondite, lo cual le obligará a olfatear dónde se encuentra su amo, cosa que cuando se ponga sobre una pista de rastreo el ejemplar desarrollará con precisión y alegría).
A nivel psicológico, es fundamental que tenga lugar un 'imprinting' adecuado. Hay que estar informado de cómo educarlo y enseñarle las normas básicas de convivencia. Nunca se debe asustar ni castigar a la pequeña mascota, que aceptará de buen grado un sonoro 'no' cuando haga algo inadecuado. De igual forma, sabrá valorar positivamente un trato justo, pero no aceptará la tiranía ni las reprimendas que no sea capaz de entender. Por ejemplo, es frecuente dar al cachorro zapatos viejos para que juegue, pero cuando toman uno nuevo para seguir disfrutando con él es reprimido duramente. Un perro pequeño nunca logrará entender por qué si con un zapato es felicitado, a qué se debe el disgusto del amo si él toma otro. Es importante, por tanto, que el cachorro tenga sus juguetes propios.
Los primeros dias de vida del perro

Las atenciones deberán centrarse en la madre, dándole dos buenas comidas diarias en lo referente a la calidad de los alimentos (normalmente comida para cachorros) y agregarle en su plato algún complejo que contenga calcio, ya que puede darse el caso de que a los pocos días de empezar a amamantar a la camada se produzca una fuerte bajada de calcio en el organismo, originando una tetania (con síntomas muy claros y notorios). El consejo del veterinario dirá siempre cómo suministrar el calcio y cómo actuar.
Después del parto, la perra continuará evacuando flujo por la vulva con algo de sangre y, tal vez, algunos restos de tejidos. Esta situación es totalmente normal y puede desarrollarse hasta los 15 días siguientes al alumbramiento sin representar riesgo, siempre que no huelan pútridamente y no se prolongue durante más tiempo. Si se detectara alguna anormalidad, se haría indispensable la visita al veterinario.
Al nacer, los cachorros buscan mamar y estar lo más cerca posible de su madre para mantener el calor y dormir seguros. La actividad que desarrollan es mínima, duermen y se alimentan, y la madre siempre estará lamiéndolos para mantenerlos secos y ayudarles en las micciones y deposiciones

El desarrollo de los sentidos.- La percepción de los cachorros durante los primeros días se basa únicamente en el olfato, que está presente desde el nacimiento y que es la guía que utilizan para llegar a la madre y, en especial, a los pezones para mamar.


Al principio, son sordos y ciegos, ya que el sentido auditivo empieza a desarrollarse desde el decimoquinto día en adelante, llegando a percibir las variaciones de tono en torno al día 30 de vida. La visión se desarrolla gradualmente y entre el décimo y el duodécimo día abren los ojos, siendo en principio claros y estando cubiertos por una membrana que, con el paso de los días, irá desapareciendo, permitiéndoles la visión plena entre el día 22 y el 27 de vida.
Cuidados básicos.- La principal labor a desarrollar durante los primeros días es mínima, siendo la más importante la vigilancia de que todos los recién nacidos mamen y que la madre haga paseos diarios para favorecer la secreción láctea y activar las funciones intestinales, adormecidas por la inmovilidad. Hay hembras que sólo dejan mínimamente a los cachorros para hacer sus necesidades fisiológicas y no se alejan del nido en absoluto. Hay que ser pacientes y alentarla para que lo haga, ya que el caminar produce leche.
Durante los tres primeros días, los cachorros mamarán de la madre un líquido lechoso llamado calostro que, además de ser altamente nutritivo, es muy rico en grasas y glóbulos blancos. Su función principal es la de transmitir a los cachorros los anticuerpos de la madre para que el organismo de los recién nacidos reaccione ante sustancias extrañas con su propio sistema inmunológico.
Desde el cuarto día, la madre secretará la leche que los cachorros irán mamando a intervalos regulares; al principio cada hora, aproximadamente, y luego distanciando las tomas hasta completar el destete.
El cuidado de los cachorros durante los primeros días se reduce básicamente a la vigilancia de que todos mamen y que se mantengan secos y calientes si hace frío; y algo más frescos si el calor es fuerte en verano. Así mismo, hay que comprobar que ningún recién nacido quede aplastado bajo el cuerpo de la madre, lo que podría provocar su asfixia.
Más consejos.- Otro de los cuidados a desarrollar es la vigilancia de las mamas de la madre. Hay que notar que la temperatura al tacto sea superior al resto del cuerpo, cosa que resulta del todo normal si es hasta tres grados superior. También habrá que vigilar que no le duelan y que no estén obstruidas, para lo que se podrán drenar levemente para comprobarlas.

Entre el segundo y tercer día de vida se caerá el resto de cordón umbilical que aún tienen los cachorros y que se habrá ido secando. La madre los lamerá para mantener la limpieza y es normal que los ingiera tras el desprendimiento. Además, durante esos días, empezarán a mamar leche y el calostro dejará de ser secretado por la madre. Esto se reflejará muy nítidamente en el peso de los recién nacidos, ya que cuando empiezan a mamar leche el peso tiene una progresión significativa, doblándolo en 10 días aproximadamente; mientras que cuando sólo maman calostro el peso no experimenta cambios e, incluso, en las primeras 24 horas puede darse algo de pérdida de peso.
El origen del perro

El perro remonta sus ascendientes a un animal de cinco dedos, similar a una comadreja, llamado Miacis, el cual vivió en el período Eoceno, 40 millones de años atras.
Este animal es el ascendiente del gato, del mapache, el oso, la hiena, la civeta tanto como del lobo, el zorro, el chacal y el perro.
El Miacis, indudablemente trepador de árboles, probablemente también haya vivido en guaridas, la cual abandonaba para realizar sus funciones higiénicas de modo tal que ésta continuara limpia.
Próximo en la línea evolutiva, sigue un animal del Oligoceno llamado Cynodictis, el cual se asemeja un poco más al perro moderno.
El Cynodictis vivió hace 20 millones de años. Su quinto dedo, el cual se convirtió en un dedo rudimentario, muestra signos de acortamiento.
El Cynodictis tenía 42 dientes y probablemente glándulas anales como las del perro, y patas y dedos adaptados para correr.La moderna civeta, un “fósil viviente” se parece a este antiguo animal.
Luego de algunas etapas intermedias, la evolución del perro se trasladó hacia un animal muy parecido al perro llamado Tomarctus, que vivió alrededor de hace 10 millones de años atrás, durante el Mioceno tardío

El Tomarctus probablemente desarrolló los fuertes instintos sociales que aún prevalecen en el perro y en la mayoría de los animales relacionados con él, a excepción del zorro.
La familia Canidae, que incluye al perro tal como lo conocemos hoy, desciende directamente del Tomarctus.

Los miembros del género Canis, que incluye al perro, el lobo y el chacal, desarrollaron su forma actual a lo largo de un millón de años durante el Pleistoceno.

De todo esto se puede inferir que las razas caninas fueron originadas por diversas causas, entre las que se incluyen:
- Mutaciones naturales
- Factores ambientales, climatológicos y reproductivos
- Domesticación
- Intervención del hombre por medio de la selección para acentuar e intensificar sus cualidades naturales en pro de los intereses, necesidades y modas del ser humano, como el olfato para el rastreo, fuerza y velocidad para cazar, temperamento cariñoso para acompañar a su amo o su excelente vista.
Un nuevo estudio realizado por un grupo de especialistas de China y Suecia el origen de los perros data de 16.000 años atrás.
Para llegar a esta conclusión el equipo de investigadores de Real Instituto de Tecnología de Suecia, con ayuda de profesionales de China, analizo el ADN mitocondrial de 1.500 perros de todo el mundo.
Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista científica "Molecular Biology and Evolution" en los que se indica que aunque el perro tiene un único origen geográfico, desciende de varios tipos de lobos domesticados.
Se cree que los perros descienden de mas de 100 especies diferentes de lobos domesticados, por lo cual "Considerando que involucró a tantos lobos, esto indica que este acontecimiento constituyó una parte importante de la cultura", afirmó Savolainen, un investigador del instituto y director del estudio.
Savolainen también explico sobre su proyecto "Por primera vez en la historia es posible ofrecer una imagen detallada del perro, incluyendo lugar de nacimiento, punto en el tiempo y el número de lobos que fueron domesticados".
Se considera que el origen del perro comenzó cuando la población de este sector dejo de ser cazadora para ser agricultora y que mientras en Europa los perros eran usados como pastores, en Asia eran alimento para sus dueños.